sábado, 13 de marzo de 2010

Esos insignificantes pleitos maritales...


Por primera vez en largo tiempo Estados Unidos muestra su molestia frente al cinismo y a la poca voluntad de Israel para negociar y alcanzar un acuerdo en el que pareciera ya, interminable conflicto en el territorio de Palestina. Todo comenzó la semana pasada cuando el vicepresidente Joe Biden (quien no es ningún novato en este tipo de temáticas debido a que durante años fue Presidente del poderoso Comité de Asuntos Internacionales en el Senado y quien, curiosamente, es amigo personal del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu) visitó Israel para apoyar la reanudación del diálogo que ha estado proponiendo el enviado especial de la Casa Blanca, George Mitchell, entre el gobierno de Tel Aviv y la Autoridad Nacional Palestina. La llegada de Biden parecía ser una visita protocolaria más a la problemática región -sin ningún tipo de repercusión real en el equilibrio de fuerzas en conflicto-, sin embargo, su naturaleza cordial dio un giro de 180 grados cuando el Ministerio del Interior israelí lo recibió con dos anuncios: que ampliaría un asentamiento en Cisjordania y que construiría 1,600 nuevas viviendas en una colonia judía de Jerusalén Este.

Evidentemente Biden, en un gesto bastante humano ya que finalmente el objetivo de su visita era la promoción del diálogo palestino-israelí (Israel previamente habían hecho un desplante similar a Condoleezza Rice que no tuvo ningún tipo de repercusión en las relaciones bilaterales con Estados Unidas), se enfureció ante la desfachatez y el cinismo de la administración de Netanyahu y abiertamente condenó su poca voluntad para favorecer las negociaciones (guau que novedad… poca voluntad de Israel…). Inicialmente el gobierno israelí, en un gesto diplomático bastante torpe, ofreció unas tibias disculpas que no satisficieron a nadie y únicamente sirvieron para avivar la molestia del gobierno estadounidense. Demostrando a todas luces su incomodidad, Biden llegó una hora y media tarde a la cena que ofrecieron en su honor Netanyahu y su esposa y, al siguiente día, se mostró cercano y cálido con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. La ONU y la UE (cuya máxima representante de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, visitará en unos días Israel… a ver con qué le salen ahora), de igual manera, se apresuraron a condenar los anuncios israelíes y, el día de ayer, la Secretaría de Estado, Hillary Clinton incluso les otorgó el calificativo de “insultantes”. Por lo tanto, se puede concluir que la "protocolaria" visita de Biden resultó fatídica para las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Israel y demuestra la dificultad creciente, frente a la poca flexibilidad de Tel Aviv, que tiene la superpotencia para mantener su discurso democrático y el seguir apoyando diplomáticamente a Israel y no parecer conmpletamente contradictorio frente a su opinión pública nacional (porque, como sabemos, la internacional le vale un reverendo cacahuate).

Sin embargo, el nivel de cinismo que ha alcanzado Israel buena parte es responsabilidad de Estados Unidos ya que hasta la fecha no ha sancionado de ninguna manera al régimen de Tel Aviv ni por sus repetidos incumplimientos de sus compromisos internacionales, ni por sus incursiones ilegales en Gaza y Cisjordania, ni por las innumerables violaciones a los derechos humanos de los palestinos (que no sólo han denunciado organismos internacionales, sino incluso ONG’s israelíes) y una larga lista de etcéteras que, por el bien de mi salud física y mental, preferiría en esta ocasión no mencionar. Hoy Netanyahu se reunió con siete de sus ministros para intentar resolver la crisis con Estados Unidos, sin embargo, desafortunadamente este diferendo, más que un divorcio definitivo, parece ser, simple y sencillamente, un pleitecillo más que deberán resolver los aliados antes de regresar a la cama… Buenas noches y buena suerte…
PD: Imagen de Joe Biden y Mahmud Abbas.

1 comentario:

  1. Pobre Obama! no puede con Israel. No se ve un final feliz para el conflicto, Tel Aviv de la pasa haciendo berrinches, alguien tiene que aplicarles mano dura para que se eduque, no Jaime?

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