jueves, 3 de septiembre de 2009

125 años 125 obras




Indudablemente conocer la obra de Tamara de Lempicka y observar maravillosas fotografías de acontecimientos de actualidad eran suficientes para que mi curiosidad estética dominguera quedara satisfecha, sin embargo, aproveché que ya estaba en el centro para visitar la tercera y última exposición del día llamada “125 años 125 obras”. “125 años, 125 obras” es una exhibición organizada por la Fundación Banamex para festejar 125 años de “cuidar” y “multiplicar” el dinero de los mexicanos. Independientemente de la aberración que tengo hacia todo tipo de bancos (y en especial hacia las tarjetas de crédito), reconozco que la asociación Fomento Cultural Banamex es uno de los mecenas de arte más importantes de nuestro país, y que gracias a sus adquisiciones y aportaciones (digo ya mínimo eso ¿no?), el día de hoy podemos disfrutar de la obras de mexicanos y mexicanas (sin sonar foxesco únicamente quiero enfatizar en la importancia y calidad de las pintoras mexicanas), quienes nos muestran, a través de su obra, un México que ya no existe y que, sin embargo, sigue y seguirá siendo indispensable conocer para poder crear proyectos nacionales adecuados a nuestra identidad e historia.



La exposición se encuentra en el Palacio de Iturbide (propiedad del humilde banco) y abarca los dos primeros pisos del recinto. Si tienen oportunidad de ir, tres veces al día, de manera gratuita, una guía hace un recorrido a través de las principales pinturas (y de sus autores, coyuntura, detalles, etc.) de la exhibición. En lo personal nunca me ha gustado este concepto de visita guiada (en especial porque cobran caro y luego te dicen cosas sssuuppeerrr elementales), pero en este caso lo recomiendo ampliamente. La guía que me tocó (no sé si les toque la misma si llegan a ir, en verdad espero que sí) no sólo sabía muchísimo del tema, sino que tenía la capacidad de hacer un recorrido dinámico e interesante, y lo más importante, es que disfrutaba haciéndolo. Gracias a ella aprendí acerca de la trascendencia de la Academia de San Carlos en la vida artística del país,de la fabulosa historia de Clave, de las diferencias entre las nubes de Velasco con respecto a las de Landesio, de la evolución del arte de Tamayo, del tórrido romance entre María Izquierdo y Tamayo (quienes influyeron mutuamente en su arte), de la perspectiva de la sensualidad femenina en el siglo XIX, de la diferencia entre una mujer indígena de Rivera y una de Siqueiros, en fin, una cantidad de cosas –que de seguro mucha gente sabe pero yo no- que me parecieron muy novedosas y enriquecedoras.



El objetivo de la exhibición es hacer un recorrido pictórico por la historia de México desde la llegada de los españoles hasta la actualidad. Desde el famoso cuadro de las castas y enormes biombos representando la conquista, hasta obras cumbre del paisajismo del siglo XIX y el surrealismo del siglo XX, todas las pinturas de la exposición plasman un momento histórico determinado y un momento de la sociedad mexicana en particular, dándonos –en poco tiempo- una muy estética lección de historia. Obviamente la exposición tiene obras de casi –no me atrevería a decir todos- todos los máximos representantes del arte pictórico en nuestro país; obras del Dr. Atl, Juan O’Gorman, Diego Rivera, Frida Kahlo, Orozco, Siqueiros, Tamayo, Izquierdo, Nahui Ollin, Remedios Varo, Leonora Carrington, Velasco, Clave, Landesio, Villalpando, Juan Correa, Julio Castellanos y muchos más -que por el momento no recuerdo-, son expuestas dentro de la exhibición. Como yo soy un pintor frustrado y un historiador de corazón disfruté enormemente este recorrido. Me tardé bastante en algunas de las pinturas (desafortunadamente no pude estar el tiempo que merece la exposición ya que llegué poco antes de que la cerraran) ya que su belleza en verdad ameritaba estar más unos minutos frente a ella. Desafortunadamente aún me falta mucho conocimiento acerca el tema para darles una opinión más profesional acerca de los cuadros, pero en particular les recomiendo que, si llegan a ir, presten especial atención a la calidad y precisión de los pintores provenientes de la Academia de San Carlos. Espero que tengan la oportunidad de visitar la exhibición, no sólo para ver las maravillosas obras que están expuestas, sino para recordarnos a nosotros mismos la calidad del trabajo que podemos realizar los mexicanos y la enorme tradición cultural que nos sustenta y enriquece como país. Buenas noches y buena suerte…

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