sábado, 26 de septiembre de 2009

Heathers



Definitivamente hay películas que por alguna razón u otra nos marcan. A veces no es sólo la calidad del guión o de los efectos especiales, sino el momento y el estado de ánimo en el que te encuentras al ver una cinta. En mi caso hay una película que me marcó profundamente. Probablemente nadie que lea este blog la conozca –ya que generalmente no es muy conocida entre los miembros de nuestra generación- y por esta razón me gustaría no sólo darla a conocer, sino compartir el momento específico y la sensación que me ocasionó la primera vez que estuve frente a frente a ella.


El día que la vi tenía 14 años y estaba a punto de ir a una fiesta de quince años de una de las chamaquitas más populares de mi generación. En ese momento me sentía profundamente “honrado” (sí… bastante patético pero era la secundaria…) no sólo porque iba a asistir a tan magno evento, sino porque había sido requerido en un microcosmos donde, el no ser invitado a este tipo de fiestas, era similar a estar muerto (además esta era una de las primeras fiestas de quince años de la generación), leproso o con los mínimos cuadros de gripe a mediados de mayo de este mismo año. Antes de cambiarme para ir a la fiestecilla (que además déjenme decirles que fue muy elegante, en uno de los hoteles más acá de mi Aguascalientes…) me puse a ver unos momentos la televisión. Mi hermano y mi primo Pipiolo jugaban afuera en el jardín y podía escuchar sus gritos y risas pero como yo ya era “muy grande” para divertirme con jueguitos de niños de diez años (además de que era medio huevón), decidí mejor aplastarme en la cama de mis papás a esperar a que el papá de mi amiga Rocío –que me daba raid a todas partes-, pasara por mí para llevarnos a la fiesta. Por alguna razón que no recuerdo en estos momentos, mis padres no estaban en casa, y Alex estaba afuera, por lo que, por primera vez en meses, podía ver lo que se me pegara la gana en la televisión (algo que no pasaba muy seguido en mi casa ya que la tele únicamente estaba en el cuarto de mis papás).

Mientras cambiaba los canales me llamó la atención ver una película con unas muy jóvenes y ridículamente vestidas Winona Ryder y Shannen Doherty –Brenda Walsh de Beverly Hills, aunque lo nieguen sé que saben quién es…- actuando como arpías preparatorianas. Como yo siempre he odiado las teen movies (American Pie y toda esa mierda del cine estadounidense… aunque a las ochenteras les tengo un poco más de respeto) y además la película estaba en español (SSSSIIII en español!!!!!!!!!! terrible… creo que la voz de Winona era la misma que hacía la de Val la amiga de La Niñera) le cambié de inmediato. Tras dos vueltas por todos los canales, decidí que la mejor opción era ver la cinta de la señorita Ryder. Después de cinco minutos estaba completamente fascinado por la película. No sólo los personajes eran irrealmente irónicos y complejos, sino que en verdad el guión era estúpidamente inteligente y estaba muy, muy bien hecho. Las frases que se lanzaban cada uno de los personajes eran tan duras, hirientes y sarcásticas, que en verdad, a veces ni siquiera creía que fuese real lo que estaba escuchando. Temas como la bulimia, al sexo oral, a la homosexualidad, al suicidio y el asesinato se tocaban de manera directa y con un tono de burla que películas más actuales han tratado de emular –de manera mucho más light, por supuesto…- pero que ninguna, absolutamente ninguna, ha podido igualar.


No les he mencionado el título de la película porque hasta este momento yo tampoco lo sabía. El canal donde estaba viéndola nunca mencionó su nombre y donde salen los nombres de todas las películas, por alguna extraña razón, ese día no estaba funcionando. Hora y media después la película había terminado y yo estaba total y completamente embelesado y sorprendido ante lo que había visto. Me vestí para irme a la fiesta y no recuerdo absolutamente nada de los dichosos quince años, sólo el hecho de que no podía dejar de pensar en la película que acababa de ver. Llegué a mi casa a la una de la mañana -porque hasta esa hora me dejaban salir a estas fiestecillas- e inmediatamente me puse a buscar en internet el nombre de la película. Como tenía algunas pistas (salía Winona, Christian Slater y Shannen Doherty y, según los créditos, el director era un tal Michael Lehman del que en la vida había oído hablar) rápidamente llegué al título de la película: Heathers.


Heathers es una película del año de 1987. Si intentáramos clasificarla dentro de un género podría decirse que es una comedia negra adolescente, pero en verdad, Heathers es una de esas películas que merece una clasificación aparte. Ubicada en una preparatoria estadounidense de finales de los años ochenta narra la historia de cuatro chicas (tres de ellas se llaman Heather, la otra es Verónica la protagonista, interpretada por Winona) sumamente populares que se dedican a aterrorizar a sus compañeros de escuela. Lideradas por “la” Heather, se divierten atormentando a los demás estudiantes y lanzándoles frases mordaces irrealmente creativas. Verónica, a pesar de que se junta con ellas, no está muy de acuerdo con sus métodos (y sin embargo, se mantiene son ellas. Verónica es un personaje interesantísimo por su complejidad y el nivel de ira que trae reprimida, indudablemente una de las grandes actuaciones de la señorita Ryder, junto con su papel en La edad de la inocencia de Scorsese) y su incomodidad en todo momento es latente. Verónica se siente brutalmente atraída hacia un recién llegado y peligroso joven, indudablemente el papel de la vida de Christian Slater, llamado Jason Dean. Desde su aparición podemos ver lo peligroso –aunque no sabemos a qué nivel- que es el famoso JD. Verónica comienza a ver a JD como el vehículo necesario para escapar a una vida que la tiene completamente insatisfecha e inicia una tormentosa relación con él, poco después de romper relaciones amistosas de manera definitivamente con “la” Heather. Para vengarse de Heather, JD le propone realizarle una broma y Verónica accede, sin embargo, la “broma” no sale tal y como lo esperaba Verónica y, como consecuencia de ella, Heather muere. Para encubrir su asesinato ambos escriben una nota suicida.


A partir de este momento la película empieza un maravilloso espiral de degenere. La fallecida Heather se vuelve más popular que nunca y otros estudiantes comienzan a imitarla (entre ellas la gorda de la escuela y otra de las Heathers), JD se sale por completo de control y empieza a involucrar a Verónica en más asesinatos, la tercera Heather (Shannen Doherty) toma el papel de nueva “abeja reina” y continúa la dinámica de tortura estudiantil que había llevado a cabo su predecesora y finalmente un enloquecido JD pretende hacer volar a la escuela con todo y sus estudiantes para dar un “mensaje” a las nuevas generaciones acerca de la podredumbre de la sociedad moderna. Al final todos los personajes muestran su lado oscuro y nadie sale bien librado. Ni los padres, ni los maestros, ni los estudiantes, todos quedan como unos enfermos o unos ineptos incapaces de realizar nada para evitar la posible tragedia que se está gestando. Heathers es una crítica no a una escuela ni a un preparatoria en particular, sino a una sociedad fría, violenta y enferma que está dirigiéndose hacia un proceso de autodestrucción inevitable. El final es sumamente fuerte y deja una especie de sabor amargo de boca que no es fácil de digerir. Heathers no es una película fácil ni dominguera, es una película agresiva, violenta, crítica y fuerte, excelentemente bien realizada y con un humor más negro que la noche, pero sin embargo, muy recomendable.


Probablemente algunos de ustedes hayan visto películas como Jawbreaker o Chicas pesadas que emulan las situaciones o la idea básica de la cinta y, por lo tanto, los reto a que vean a la abuela de estas cintas, y no a la abuela linda, sino a la abuela sarcástica y negra, para que de ella saquen sus propias reflexiones y conclusiones. Buenas noches y buena suerte.


PD: Cabe destacar que nunca más vi la película en la televisión y en ninguna, absolutamente en ninguna tienda de videos la he visto (y mucho menos en Blockbusters o cosas así) y, por lo tanto, no la pude volver a ver hasta casi 7 años después gracias a un muy querido amigo que me la consiguió. Gracias Juan Carlitos!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

  1. con razón no la vi, no es de mi generación jajaja
    se escucha interesante intentare conseguirla, ó tú la tienes?

    ResponderEliminar