domingo, 13 de septiembre de 2009

Juanito...



Diariamente salen en todos los medios noticias de Juanito. Tanto periódicos como medios radiofónicos y televisivos dedican -prácticamente diariamente- unos minutos de su tiempo a hablar de las peripecias, declaraciones o extravagancias del nuevo dirigente de Iztapalapa. Indudablemente este nivel de atención mediática -y el lavado de cerebro que le está realizando la gente que lo rodea- ha llevado a que Rafael Acosta (alias “Juanito”) pierda toda percepción de la realidad, ya que no sólo ha declarado que no necesita a ningún partido político para llevar adelante su “proyecto político”, sino incluso que no descarta la posibilidad de lanzarse por la jefatura del Distrito Federal. Evidentemente este es tan sólo el principio de una historia que no pinta para terminar nada bien. Juanito ya ha demostrado que no es capaz de dominar el poder, y una persona con poder, y sin la mínima capacidad para controlarlo, es peligroso no sólo para él, sino para todos los que lo rodean. Y lo que es más peligroso aún es que personas sin escrúpulos saben esto, y están dispuestos a utilizarlo en beneficios de sus intereses personales o de partido (la entrevista que tuvo con la señora Mariana Gómez del Campo es un ejemplo perfecto de esto).


Pero ante todo esto ¿quién es Juanito? De acuerdo con un reportaje que hizo el diario Milenio el 18 de junio de 2009 con este mismo título, Juanito es “un ex actor de películas de ficheras (estelarizó junto a nuestra Lyn Mae una cinta llamada Perfumadas), ex desnudista, ex luchador, madreador profesional y comerciante ambulante”. Evidentemente, y no es por ser elitista ni nada por el estilo, no es el perfil ideal de alguien que aspira a un puesto de servidor público. Considero que, a pesar de esto, si desde un principio Juanito hubiese demostrado la capacidad suficiente para el puesto al que se estaba postulando, hubiéramos podido dejar atrás su pasado. Desafortunadamente este no es el caso; Juanito ha demostrado su ignorancia y su poca capacidad para gobernar prácticamente cada vez que se la entrevistado. Con su decisión de quedarse al frente de Iztapalapa no sólo está dando la razón a quienes apostaron por su poca confiabilidad e ignorancia, sino que está poniendo en riesgo la estabilidad política de una delegación asolada por la inseguridad y la pobreza.


Hasta el día de hoy la situación no se ha resuelto y, desde mi perspectiva, ésta no parece tener una pronta solución. Andrés Manuel López Obrador y Clara Brugada siguen tratando de razonar y negociar con una persona irracional, con ninguna intención de cumplir su palabra, inflado por los medios de comunicación y las fuerzas políticas contrarias al grupo de López Obrador y completamente fuera de control. Evidentemente la gran perdedora de este asunto es Brugada. Debido al escándalo, la ex diputada y procuradora social del Distrito Federal está perdiendo tiempo y credibilidad y manchando una carrera política que hasta este momento parecía tan prometedora. A pesar de que la podemos culpar de haber sido parte de este tramposo juego político, no podemos olvidar la manera tan sucia en que fue sacada de la contienda interna en el PRD y el hecho de que, al fin y al cabo, es la candidata electa por el pueblo de Izatapalapa para ocupar la dirigencia de la delegación. Por esta razón, espero en verdad que Juanito renuncie y cumpla lo que prometió a los cuatro vientos durante las últimas semanas de junio, ya que, en verdad, Iztapalapa no merece un dirigente de este calaña. Buenas noches y buena suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario