sábado, 15 de mayo de 2010

Día del maestro


Como muchos saben durante unos añitos (casi cuatro) me dediqué a dar clases de natación a niñitos y a bebés. En esta honorable profesión, si algo esperábamos con ansia además del día de pago, era la llegada del día del maestro. El día del maestro representaba la posibilidad de que las acaudaladas madres de nuestros alumnitos se pusieran guapas y nos dieran uno que otro regalillo para reconocer el trabajo que realizábamos. Debo reconocer que a mí siempre me iba muy bien. La verdad es que le echaba bastantes ganas a mis clases, faltaba muy poco y a pesar de que era bastante estricto con los pequeñuelos, era muy cariñoso y respetuoso con ellos. Me llegaron a regalar chamarras, lociones, sudaderas, playera, relojes, libros (una me dio la biografía de Plutarco Elías Calles ¿¿¿??? Sí, sí, muy raro, de plano me vio muy inculto), interminables cantidades de chocolates, etc.. En realidad, cualquier detalle, yo lo agradecía profundamente.

Cuando yo era pequeño, mi mamá también era muy detallista con todos mis profesores y profesoras. El día del maestro siempre les llevaba algo y, aunque francamente había algunos que eran fatales, la realidad es que la mayoría se merecía aunque fuese un mínimo reconocimiento. Yo muchas clases diferentes (karate, natación, inglés, pintura…) así que cuando venía el día del maestro, en mi casa se repartían, literalmente, un arsenal de regalos. Hoy en día, al mirar hacia atrás, me da gusto que mis padres tuvieran la calidad humana para reconocer el arduo esfuerzo que implica el trabajo en la docencia.

Debido a mis múltiples actividades pasé por una inmensa cantidad de profesores y, aunque de seguro tuve unos muy buenos en kínder y en mis primeros años de vida, desafortunadamente no me acuerdo de ellos. Por eso les hablaré únicamente de algunos de los profesores que recuerdo con particular cariño y admiración. En quinto y sexto de primaria tuve una profesora que se llamaba Martha. Miss Martha (porque éramos Colegio fresita y todas eran Miss jajaja) fue una gran influencia mi vida. Pasé largas horas de mi último año de primaria en su casa estudiando debido a que me estaba preparando para un concurso de conocimientos nacionales. Gracias a su arduo trabajo, me fui muy bien en el concurso y me pude dedicarme a flojear durante los siguientes tres años de secundaria (no sé qué tan bueno sea jajaja pero en verdad sí fue una preparación muy completa). Miss Martha es una gran maestra y un maravilloso ser humano. La último vez que supe de ella fue antes de entrar a la universidad. Espero volver a verla pronto.

En la secundaria todos mis maestros eran unos verdaderos personajes (para bien o para mal). Había algunos particularmente buenos (Marisela Barajas de Español o el profesor Armando que nos daba historia), sin embargo, creo que los siguientes grandes profesores que tuve fueron hasta la Preparatoria. Una de ellas se llama Coco y, hasta hace unos años, impartía la materia Literatura. Su presencia en mi vida fue trascendental ya que gracias a su clase retomé una de las grandes pasiones de mi vida: la lectura. Particularmente también destacables fueron el profesor David y el superestricto Hermano Osiel (que nos ponía a leer a Marcuse, a Scheler y a Zubiri en tercero de Prepa ¡¡imagínense!!) quienes, según tengo entendido, ya no dan clases en mi ex Prepa.

Tampoco puedo olvidar a mis profesores de otras ramas. De mis entrenadores de natación recuerdo con particular cariño a Pepe (con el que regresé en mi última etapa de master y es toda una institución en la Nelson Vargas de Aguascalientes), a César y al polémico Rafa (jajaja que todavía cada vez que nos reunimos los antiguos miembros del equipo siempre sale en las pláticas). Entre quienes desarrollaron mi "dotes artísticos" destacan Paty Glinz, Adriana -que me dio un taller de “Letras en Movimiento” en la prepa- y Mauricio mi último profesor de teatro (ya en la universidad, a él le debo el hecho de que me atreva a hablar en público jajaja). De inglés recuerdo mucho a Miss Yola en primaria, a Miss Laurita en la secundaria y a Maripaz en la prepa.

En la Universidad he tenido grandes profesores que admiro y respeto muchísimo. Entre ellos destacan Víctor Godínez, Jacobo Casillas, César Villalba, Jesús Gallegos, María Cristina Rosas, Fabien Adonon, Carlos Ballesteros, Natalia Rivera, David Herrera, Ana Cristina Castillo, Evelyn Téllez, Samuel Sosa… quienes, irremediablemente, han influido en mi forma de ver al mundo y, sobre todo, en mi vida académica y profesional… Feliz día del maestro a ellos y a todos los grandes seres humanos que se dedican a la profesión más noble y hermosa del mundo: la docencia… Buenas noches y buena suerte…

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